Constructores de Catedrales: La Apuesta con el Diablo

La catedral de Colonia (Alemania), es una de las construcciones góticas más importantes. Destaca por la pureza de sus líneas y la gran altura de sus agujas. Durante mucho tiempo fue la construcción más alta del mundo con sus 157 m. de altura. Su terminación, como decimos, se demoró hasta 1.880 habiéndose comenzado su construcción en 1248. Durante más de 600 años, la catedral permaneció inconclusa sin que nadie se interesase por ella o, al menos, no se recaudó suficiente dinero como para enfrentar esta ambiciosa obra.

El primer Maestro de Obra de esta catedral (y también su diseñador pues estos oficios no estaban separados) fue un personaje legendario, Gerhard von Ryle.

Gerhard fue contratado por el arzobispo de Colonia para restaurar la antigua catedral que había sido destruida por un incendio. En el pasado, este constructor, ya había adquirido una gran experiencia trabajando en Amiens. Gerhard, logró construir una buena parte de la catedral, pero una caída desde un andamio, acabó con su vida hacia 1.271 después de más de 20 años de trabajo.

En la Edad Media abundaban las leyendas sobre los Maestros de Obras y sus secretos y una de ellas tiene como protagonista a Gerhard von Ryle. La leyenda trata de explicar por qué el famoso arquitecto se cayó del andamio y por qué la catedral quedó tanto tiempo sin terminar.

Se cuenta que un día llegó un Maestro de Obras extranjero a la catedral y le preguntó a Gerhard si necesitaba consejo para las obras. Orgulloso, von Ryle rechazó el ofrecimiento. Este supuesto Maestro de Obras era, en realidad, el diablo quien le enredó entonces hábilmente en una discusión, que derivó en el siguiente pacto:

“Si, antes de que se hubiesen completado las obras, el diablo conseguía construir un acueducto desde la lejana región del Eifel hasta Colonia y, de ese modo, hacer pasar un arroyo a los pies de la catedral, el alma de Gerhard le pertenecería”.

Gerhard von Ryle accedió sin problema pues estaba seguro que el diablo desconocía el truco para conducir agua a tanta distancia.

El diablo construyó en poco tiempo el canal, pero quedó estupefacto cuando vio que el agua no fluía por el conducto que había construido. Con astucia trató de descubrir el secreto, hasta que consiguió sonsacarle la solución a la esposa de von Ryle. Ésta le reveló que, al construir el conducto, debía prever respiraderos, dejando entre ellos la distancia recorrida a pie en un cuarto de hora.

A los pocos días, sorprendido, von Ryle vio un murmurante arroyuelo a los pies de la catedral. Al darse cuenta de que el diablo había ganado la apuesta, profirió un grito de terror y se lanzó desde lo alto del andamio al vacío para evitar que el diablo se lo llevara con vida. Sin embargo, el diablo se transformó rápidamente en un perro del infierno y lo apresó antes de que diera contra el suelo, y se llevó al Maestro Gerhard con él al infierno.

De esta manera, dice la leyenda, durante mucho tiempo no hubo ningún maestro dispuesto a continuar las obras de la catedral de Colonia.

Equipo editorial de RevistAcrópolis

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