Para qué nos enfermamos

(Continuación del artículo “por qué nos enfermamos”)

Para que nos enfermamos, es una pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez, y que no pocos científicos se la plantean nuevamente, en los últimos años.

Esta pregunta a lo largo de la historia ha sido respondida según las diferentes concepciones, filosóficas, religiosas y científicas predominantes en cada momento del devenir humano.

Castigos divinos, venganzas por actos cometidos por los individuos o por las sociedades, perdida del equilibrio y armonía naturales, amenazas de virus, bacterias, sustancias toxicas, guerras, entre muchas otras explicaciones han sido dadas.

Sin embargo, para poder hablar de salud y enfermedad, antes que nada, tenemos que entender, al menos en sus fundamentos básicos, que es la biología, que es la vida, y que es el hombre.

No podemos hacer un análisis completo del Macro y del Microcosmos, pero vamos a intentar dar una idea general de lo que consideramos que es ser un “Ser Humano”, para así poder entender las causas de la enfermedad.

El Hombre

Desde la más remota antigüedad y con diferentes matices en relación con los pueblos a los que nos referimos, siempre se consideró al hombre como la conjunción de diferentes niveles para la conciencia y que son:

  1. Una Causa o Voluntad de Ser. La raíz de toda manifestación y que en términos occidentales contemporáneos se corresponde con el Espíritu. Es la Luz que ordena los planos energéticos y materiales. Es el misterio detrás de la Naturaleza que tanto admiraron Platón, Leonardo Da Vinci o Jorge Luis Borges.
  2. El Alma o psiquis, es decir la esfera de nuestras sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos referidos a nosotros mismos (mente egoísta). Es el Alma, ánima o psiquis que impulsa y da el tono (musical) a la vida del cuerpo. Es independiente, aunque muy unida al cerebro físico de acuerdo con investigaciones de las últimas décadas. (el cerebro sería una “interface” entre el alma y el cuerpo).
  3. El cuerpo material-energético, o sea el conjunto de átomos y energías que lo forman. Una especie de robot termo electro magnético. Tiene sus capacidades instintivas para preservarlo en el medio en el que vive, pero solo alcanza una conciencia rudimentaria en relación con las variaciones del mundo material y responde a los impulsos de la psiquis.

Dicho lo anterior un hombre es un ser psico-fisico-espiritual, pero además tiene un elemento muy interesante y misterioso que es la conciencia, aquello que permite interconectar casi instantáneamente cada una de estas esferas.

Salud

Decimos que estamos sanos cuando tenemos la “sensación” (esfera del alma o psiquis) de estar en armonía y equilibrio con nosotros mismos y con el medio que nos rodea.

La palabra enfermedad proviene de Infirmitas que en su etimología significa falta de firmeza, es decir que también se corresponde con la esfera de los sentimientos.

Para que estemos sanos cada parte debe funcionar en su justo equilibrio, sin tensiones, sin excesos ni defectos.

Es evidente que las personas se enferman como consecuencia de alteraciones y desequilibrios en los cuerpos físico y/o psíquico, y que el desequilibrio en cualquiera de ellos va a desencadenar con el tiempo la alteración de todos los niveles dando origen a la enfermedad.

Podemos poner un ejemplo cualquiera. Imaginemos una persona que “carga” con frustraciones, fracasos y que estos lo agobian. Su actitud física es la de inclinarse hacia adelante como si cargara un gran peso. Esto crónicamente cambia los ejes de la columna sobrecargando partes de la mismas que van a inflamarse y generar artrosis. La manifestación va a ser el dolor en la columna, pero ahí no está la raíz del problema. Si a este supuesto paciente se le indican analgésicos, taparíamos, enmascararíamos el síntoma con lo que el daño se haría cada vez peor, y no “curaríamos la enfermedad”.

Todos conocemos la relación que existe entre la tristeza y las enfermedades pulmonares, y la del miedo con las enfermedades renales, es decir cómo una emoción o sentimiento negativo termina dañando órganos físicos materiales.

La ansiedad, una patología de nuestro tiempo, es muy deletérea para el cuerpo físico y energético, al que termina dañando en varios niveles, pero que tiene sus raíces en la esfera de la psiquis o alma. (ansiedad proviene de anxietas, referido a un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo).

Equilibrio y armonía

Vivimos en un universo caracterizado por un equilibrio dinámico en el que todo es cíclico siguiendo un orden armónico que podemos constatar tanto en el mundo atómico como en el cosmos (Música de las esferas – Pitágoras).

El símbolo del Yin y Yan nos muestra como lo blanco ya tiene la semilla de lo negro y viceversa mientras evoluciona en un devenir equilibrado y siguiendo una Finalidad. Universo significa, “lo que va hacia un punto”.

Pero esta armonía cuando es alterada tiene sus mecanismos “inteligentes” de ajuste que permiten retornar al equilibrio, es decir sanar, recuperar la armonía.

Para que nos enfermamos

Muchas veces en la vida de un individuo sea por factores externos, del medio en el que

 vive, o por factores internos físicos o psíquicos se altera el equilibrio necesario que hacen a los individuos estar sanos.

Lo primero que aparece es el síntoma, es decir, algo que nos perturba, que nos molesta, que nos saca de nuestro eje. Es la alarma, el aviso de que algo no está en su justo equilibrio y que debe ser corregido.

Una tendencia en la medicina actual es la de “tapar” el síntoma, si es posible anularlo, pero eso no cambia ni corrige la causa, con lo que “no curamos la enfermedad”, tan solo retrasamos lo que en algún momento deberá ser corregido.

Nos enfermamos para tomar conciencia, para preguntarnos qué es lo que descuidamos, y que debemos hacer para recuperar la salud.

Muchas enfermedades graves (incluso las incurables) pudieron haber tenido su raíz tanto en el plano físico (tóxicos, venenos, condiciones naturales, radiaciones etc. etc. etc.), como en la esfera psíquica como son el miedo, la duda o la ansiedad.

Reiteramos lo escrito hace unos años en nuestro libro “Por qué nos enfermamos”

La humanidad en su conjunto y cada hombre en particular evoluciona en un largo camino en el que hay muchas lecciones que aprender, y donde la enfermedad es una maestra que nos marca los errores y  corrige los desvíos, para ayudarnos en esa evolución, y de la misma manera que hoy recordamos con mucho cariño y agradecimiento a aquellas maestras (algunas muy severas), que nos ayudaron a ser lo que somos, un día la humanidad ya iluminada, va a reconocer en la enfermedad el camino que la “obligó” a aprender lecciones que nos negábamos a incorporar…

(” Por qué nos enfermamos”. Editorial Kier)

Nos enfermamos para curarnos. La enfermedad es el mecanismo inteligente que tiene la Naturaleza para corregir desvíos y obligar a retornar al equilibrio armónico perdido en cada uno de los planos de la conciencia, así como con la naturaleza.

La enfermedad “nos cura”.

Dr. Gustavo Porras. Centro SERAPHIS.

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