En el siglo V d.C., Proclo, un brillante abogado y apasionado por la filosofía neoplatónica, fue discípulo de prominentes maestros en Alejandría y Atenas. Su extensa obra, como los "Elementos de Teología", influyó en filósofos modernos como Hegel. Su legado impactó significativamente la filosofía y teología medievales. Su pasión por las matemáticas también fue reconocida.



