En el barro esculpí a la Humanidad
Dándole al primer hombre su existencia
Y logré asegurar su preeminencia
En un mundo de fiera hostilidad.
Rompí las reglas por necesidad
(todo es común en caso de emergencia)
Y acepté, aún siendo injusta la setencia
que hirió mi cuerpo y no mi dignidad.
Prendí mi antorcha en el sagrado fuego
Del sol, y se lo traje a los mortales
Pagando mi bondad con mi agonía.
Quizás quebré las leyes, no lo niego;
Pero fue por seguir los ideales
Del corazón, no de letra fría.
Los Angeles 24 de Agosto de 1997
Francisco Álvarez Hidalgo
Puede encontrarla versión original en: https://poesíadelmomento.com/sonetosfah/sonetosfaLM18.html