Personajes de la Filosofía: Nicolás de Cusa (1401 – 1464)

Es uno de los grandes filósofos de la Historia y, aunque es difícil clasificarlo, se le conoce como precursor del Renacimiento aunque, en realidad, su mentalidad era más renacentista que medieval.

Su vida fue tan extensa y rica en experiencias, en viajes y conocimientos, en contactos con grandes políticos, científicos y filósofos de la época, que difícil es resumirla en pocas palabras a riesgo de dejar deslucido a nuestro personaje.

Retrato del joven Nicolás realizado en un cuaderno de apuntes de un compañero de estudios

Hijo de un naviero alemán, su vida estuvo muy definida por su larga tarea diplomática en la Iglesia, su ayuda a la reforma del catolicismo alemán e, incluso, a mejorar la relación de la Iglesia y los Estados de entonces. Jugó un papel fundamental en el famoso Concilio de Florencia-Ferrara donde se dirimía la unión de las Iglesias Oriental y Occidental.

Estudió en la Universidad de Colonia, donde pudo tener contacto con las enseñanzas otros grandes filósofos como Alberto Magno, el platonismo y Raimundo Lulio. Estudió griego y hebreo además de filosofía, teología, matemáticas, astronomía y muchas otras disciplinas como las obras de los neoplatónicos, singularmente de Proclo y Dionisio Areopagita. También se familiarizó con la obra del maestro Eckhart, de Juan Escoto Eriúgena y los místicos agustinianos y franciscanos.

En Colonia, Nicolás descubre una gran cantidad de manuscritos de fuentes clásicas: doce comedias de Plauto y unos ochocientos textos de Cicerón; varios textos de Cipriano y Tertuliano y la Historia natural de Plinio. Además, tiene la oportunidad de acudir a las fuentes originales y cotejar las colecciones de textos de los Padres de la Iglesia, registros de concilios y cartas papales.

Pueblo y casa natal de Nicolás de Cusa (Kues, latinizado como Cusa)

A los veintidós años de edad obtuvo el doctorado en Derecho canónico, y a los cuarenta y siete fue nombrado cardenal.

Antes que Copérnico, fue uno de los primeros filósofos en cuestionar el modelo geocéntrico del universo y antes que Giordano Bruno, habló de otros mundos y de la infinitud del Universo.

“La vida, tal como existe en la tierra en forma de hombres, animales y plantas, se encuentra, supongamos en forma elevada en las regiones solar y estelar. En lugar de pensar que tantas estrellas y partes de los cielos están deshabitadas y que solo esta tierra nuestra está poblada, y que con seres quizás de un tipo inferior, supondremos que en cada región hay habitantes, que se diferencian en la naturaleza por su rango y todos deben su origen a Dios, que es el centro y la circunferencia de todas las regiones estelares“

(“De Docta Ignorancia”)

Nicolás de Cusa en su madurez

Nicolás de Cusa parte de una idea por la que entiende que todo lo creado, incluido el hombre, es imagen de Dios. Todo es manifestación de un único modelo, pero no es una copia, sino un símbolo de ese Ser Supremo. Sin embargo, la imagen nunca llega a ser igual que el modelo real, por esto nuestro conocimiento de la realidad superior, solo es un acercamiento imperfecto.

Dios es lo Absoluto y a la vez es lo uno y múltiple.

Es más conocido por su obra “La Docta Ignorancia” donde declara la necesidad de concienciar la limitación del conocimiento humano acerca de la Realidad. Semejante a la declaración socrática de “sólo sé que no sé nada”, Nicolás explica que somos más sabios en la medida que reconocemos nuestra ignorancia.

Un grupo de profesores de la Universidad de Buenos Aires crearon “El Círculo de Estudios Cusanos” a finales de los 90. Mantienen una página web sobre el filósofo y su anagrama está relacionado con el apellido de Nicolás de Cusa que era Krebs o Chrypffs y que significa  “cangrejo” o un crustáceo semejante, en alemán antiguo.

Victoria Calle

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