El sueño de Vishnú y el origen del universo

La cosmovisión de la India presenta algunas características fascinantes. Entre ellas, se puede destacar que:

  • Son panteístas, ya que ven a Dios en todas las cosas.
  • Ven la vida como un largo camino evolutivo al que llaman Dharma.
  • Todo en el universo está vivo y evoluciona.
  • Existe una ley que mantiene a los seres dentro de este sendero evolutivo y la llaman Karma.
  • El modo de recorrer este sendero es a través de numerosas encarnaciones.
  • La idea cíclica de desarrollo no es propia de los seres humanos, sino que todo en el universo sigue las mismas leyes.

Pero, además, en India mostraron una gran capacidad para expresar las “distancias” entre los diferentes niveles de vida cósmicos y cómo unos se relacionan con otros. En otras palabras, tomando la experiencia humana como referencia, podían hacer sentir lo maravillosamente grande -en todas las dimensiones que imaginemos- que es el universo.

Por ejemplo, enseñaban que el tiempo se expresa a través de ciclos, a los que llamaban mahayugas, y que el tiempo que toma recorrer un ciclo completo era de ¡4.320.000 años! Sin embargo, esto es muy poco comparado con la duración de un día en la vida de Brahma (uno de sus dioses principales), que es de 4.320.000.000 años, es decir, mil veces más. Y considerando que el universo se mantiene vivo durante los 100 años que vive Brahma, los números son siderales y las cifras escapan de nuestra capacidad de imaginar.

Otra muestra de esta capacidad de situar la magnitud del universo y su naturaleza cíclica, se puede observar en el fascinante mito sobre la creación[1], conocido como El sueño de Vishnú.

Vishnú, una de las principales deidades del hinduismo y parte de la Trimurti, junto con Brahma y Shiva, es el preservador y protector del universo.

Según el mito, Vishnú descansa en el océano cósmico de leche, llamado Kshira Sagara, recostado sobre la serpiente celestial Ananta, que simboliza la eternidad. Mientras Vishnú duerme, un loto emerge de su ombligo, y de este loto nace Brahma, el dios creador. A su vez, el universo en el que vivimos, habría sido creado dentro del pensamiento de Brahma.

El sueño de Vishnú no es un simple descanso; es durante este sueño que todo el universo se manifiesta. Cuando Vishnú despierta, el universo se disuelve, lo que implica que la existencia es temporal y solo existe dentro del ciclo del sueño de Vishnú. Este ciclo de creación, preservación y disolución continúa eternamente, con cada sueño de Vishnú dando lugar a un nuevo Brahma y, por tanto, a un nuevo universo.

Este mito no solo ilustra la naturaleza cíclica del universo, sino que también refleja la creencia en la conexión entre lo macrocósmico y lo microcósmico en la filosofía hindú. La imagen de Vishnú durmiendo y soñando la existencia del universo es un poderoso símbolo de la unidad entre el creador y la creación, sugiriendo que todo lo que existe es una manifestación de lo divino y está intrínsecamente conectado con la fuente original.

El sueño de Vishnú también simboliza el principio de Samsara, el ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento, y la observación de la naturaleza transitoria del mundo material. En este contexto, Vishnú representa la conciencia suprema (también llamada Brahman), que es inmutable, eterna y trascendental, mientras que el universo manifestado y todo lo que contiene es parte del sueño ilusorio, sujeto a cambio y disolución.

Este mito también establece la importancia de Brahma y Shiva en el ciclo cósmico. Mientras Brahma, nacido del loto del ombligo de Vishnú, simboliza la creación, Shiva representa la destrucción o transformación, necesaria para la renovación y el mantenimiento del equilibrio en el universo.

¿Pero es que, por ser efímera, la vida carece de sentido? La antiquísima tradición de la India expresa lo efímera e ilusoria que puede ser la vida, cuando nos enfocamos solamente en lo material. Sin embargo, el ser humano, a través de un desarrollo interior, puede ir avanzando en el Dharma, y teniendo la capacidad de vivenciar realidades cada vez menos efímeras y más duraderas, que nos acerquen al mundo de los dioses. Cuando lo divino despierta en uno, la ilusión se desvanece y despunta la aurora de la eternidad consciente.

Franco P. Soffietti


[1] Una de las múltiples versiones de la creación del universo que existen en la mitología de la India.

Un comentario en “El sueño de Vishnú y el origen del universo

  1. Avatar de Rafa_22 Rafa_22

    «Sin embargo, el ser humano, a través de un desarrollo interior, puede ir avanzando en el Dharma, y teniendo la capacidad de vivenciar realidades cada vez menos efímeras y más duraderas»

    Creo que eso merece otro artículo, ¿menos efímera y más duradera? ¿En qué plano?

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