El Renacimiento europeo de los siglos XV-XVI es la época que vio resurgir conocimientos olvidados de la época que le antecede: la Edad Media, que recibe justamente este nombre para determinar el período intermedio entre el Mundo Clásico Grecolatino y el Renacimiento. Hay algo que unifica a las dos épocas, la Clásica y la del Renacimiento: el concepto de humanismo que defienden.

Galería de la Academia de Venecia
Venecia- Italia.
Aunque con nuevas formas, una vez vividas diferentes experiencias, y ya en otro momento histórico, la humanidad se encuentra de nuevo en un resurgir: en un nuevo comienzo. La búsqueda del Origen que impulsó a los filósofos jónicos en el siglo VII a.C. a dar comienzo a la búsqueda de respuestas basadas en la inteligencia del ser humano (búsqueda que marcó el paso del mito a logos y dio luz a la época arcaica griega) es la misma que impulsa a los renacentistas a trasladar el centro desde el teocratismo medieval al genio humano.

Para los que estudiamos las diferentes culturas de una manera comparativa, filosófica y esencial, no nos sorprende reconocer los ciclos del tiempo, ya que es un conocimiento admitido en la sabiduría milenaria que el tiempo, cíclico por definición, hace aparecer la misma esencia en diferentes y variadas formas. Como si fuera que las cuatro estaciones del año no sean solamente una fórmula para organizar administrativamente la vida cívica, sino una forma armónica para mantener la coordinación entre los grandes movimientos solares y los pequeños movimientos cotidianos humanos. Así es arriba como abajo, nos recordamos frecuentemente.

Los renacentistas, revolucionarios por naturaleza, aparecen en el contexto no para negar la divinidad como ley superior, inteligencia que regulariza la manifestación, inspira y guía hacia lo trascendental, sino para dar al ser humano el rol intermedio, protagonista y responsable de asumir su destino y colaborar para mejorarse a sí mismo y mejorar su entorno.

Sin embargo, en este artículo nos dedicaremos a reflexionar acerca de la noción de humanismo en la época del Renacimiento. Sera así ya que esta noción es fundamental y es la que define el cambio de mentalidad que encontramos en esta época. En la época medieval, el ser humano era un ser cuya vida la menor importancia tenía; que valía como redención por sus pecados primitivos. Los seres humanos anhelaban una vida feliz después del fin de esa vida, que mientras más mísera, más recompensaría después… Conocemos que no todos dejaban esta recompensa para después sino que la disfrutaban a costa de los demás y en nombre del dios del que hacían abuso.
Los renacentistas harán reflorecer el conocimiento olvidado, se pondrán de pie entre lo divino y lo bestial. No negarán su doble naturaleza sino dignificarán su existencia y con ella el mundo, tomando contacto con su genio al servicio de la humanidad. ¿No será este genio el mismo dáimon de Sócrates que en otro momento histórico se consideró impiedad frente al sistema establecido?

Usaremos los nombres que cada uno de nosotros elija, en el fondo hablaremos de la misma voz de la conciencia que demanda la acción responsable frente a la inacción cómplice, el bien frente al egoísmo, la filosofía frente a la búsqueda materialista y superficial.

El humanismo del Renacimiento es lo que necesitamos retomar hoy en nuestro momento medieval; el humanismo que puso al hombre de pie, a la altura de sus sueños, con las manos listas para ayudar y el corazón abierto para comprender y todo eso en concordancia con su mente logóica que no es nada más que el estallido de la sabiduría divina, si es que es capaz de recordarlo, como señala Platón.
María Kokolaki
me encantó la relación entre arte y filosofía. Reconociendo desde el periodo Clasico hasta el
Renacimiento.
Reconociendo al Humanismo.como movimiento que une los distintos períodos,
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Muchas Gracias.
Felicitaciones por el emprendimiento,
Seguiremos en contacto.
Lic. Edith Le Bas.
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