¿Es la filosofía propia de occidente?

Como cada tercer jueves de noviembre, según lo estableció la UNESCO en el 2005, nuevamente se acerca el día mundial de la filosofía y algunas reflexiones clásicas vuelven a aparecer ansiosas de renovadas respuestas.

Ante la palabra filosofía parece natural, para las personas del mundo sujeto a la globalización, imaginarse columnas griegas, personajes envueltos en telas blancas divagando sobre cuestiones de poca importancia material o económica, haciendo uso de palabras vacías y alejadas de la realidad. También suele asociarse este concepto a universidades, a aulas oscuras y a una especie de método lógico cuya única aplicación en la actualidad es la de describir los problemas actuales en que se encuentran inmersas las sociedades, sin propuestas significativas para solucionarlos y nada funcional al progreso positivista que de a poco va menguando.

Entre estas asociaciones, la filosofía parece estar relacionada de manera inherente e inamovible con las culturas que vieron su desarrollo en Europa y América, como representantes de «Occidente». Pero, ¿es la filosofía algo característico y único de estos pueblos?

Para comprender un concepto o una tradición en el sentido amplio de la palabra, suele traer claridad ahondar en los orígenes de los mismos. Según los registros a los que tenemos acceso, es Pitágoras quien introduce el término filosofía, cuando, al ser aclamado como sabio por sus contemporáneos, humildemente contesta que no lo es, que no alcanzó la sabiduría, pero que está en su búsqueda y es el amor el sentimiento que lo impulsa a reunirse nuevamente con ella. Por lo que era un amante (philos) de la sabiduría (sophia). 

La escuela Pitagórica

Parece ser que la humildad es una virtud propia de filósofos y sabios, ya que una idea semejante se puede ver cuando los sofistas luego de consultar al oráculo de Delfos quién era la persona más sabia de Atenas, este les responde que era Sócrates, quien no sabía leer ni escribir. Cuando este último es consultado sobre cuánto sabía sencillamente responde la famosa frase «sólo sé que no sé nada».

Sócrates- Atenas- Grecia

Las escuelas filosóficas con las que estamos más familiarizados suelen ser la Academia, fundada por Platón y que duró aproximadamente1000 años; el Liceo, encabezado por Aristóteles; quizás la escuela estoica y los más avezados a los tiempos modernos podrían incluir la escuela de Frankfurt, por ejemplo, aunque los principios de esta última se alejan un poco de la esencia original atribuida a la filosofía como búsqueda de la sabiduría y lo atemporal, ya que se focaliza en la crítica a las condiciones de cada momento histórico.

Es llamativo que las escuelas aztecas, donde se formaban filósofos-guerreros águilas luego de pasar la etapa humana, jaguar y serpiente; o la escuela formada por Confucio en China, queden apartadas de la noción occidental de filosofía. Vale en estas reflexiones recordar que el budismo, antes de transformarse en una religión, surge como una escuela filosófica llamada Sangha e impulsada por el mismo Buda. Y esto solo por mencionar algunas, aunque la lista podría extenderse en el tiempo y el espacio. 

La Escuela de Atenas- Rafael Sanzio
El día que Confucio conoció a Lao Zi.
Guerrero Aguila – cultura azteca

Percibir al universo como un ser vivo, les permitía acercarse a conocer cuál era el rol propio de la humanidad como parte de un organismo mayor. Es llamativo descubrir que la mayoría de las escuelas clásicas coinciden en que el rol básico de mujeres y hombres fue el de desarrollar las virtudes y poner en práctica los valores atemporales, como la solidaridad, el respeto o el compromiso; aquellos pilares que sostenían la convivencia armónica de los individuos con ellos mismos, con la sociedad y con el cosmos en general. 

En estas escuelas clásicas, la filosofía era un camino de descubrimiento de las leyes naturales que, sostenido entre otros por el principio de analogía, podían encontrarse en el movimiento de los astros, en la continua transformación de la naturaleza y en todo lo manifestado, para luego ser llevadas a la comprensión del mismo ser humano y de las sociedades. 

Así, desde su nacimiento, la filosofía surge como medio para reunir las profundas dudas e inquietudes humanas de todos los tiempos consus respuestas a través de las vivencias, de las experiencias mentales, emocionales y físicas, en el intento de desarrollar la virtud que, según Aristóteles, lleva a la felicidad propia del ser humano.

Las personas y las culturas cambian con el paso del tiempo; los medios para acercarse al conocimiento también sufren transformaciones, pero las ideas profundas y la sabiduría que se persigue parece mantenerse inalterada. Ligada de manera inseparable a la práctica cotidiana y consciente, desde su aparición, la filosofía es una disciplina propiamente humana y sabemos que hay seres humanos a lo largo y ancho del globo. Atribuir la filosofía solamente a Occidente es mirar una parte fragmentada de la humanidad en su totalidad y sabemos que la fragmentación y la separatividad es una de las causas de los problemas que aquejan al mundo hoy.

Franco P. Soffietti

De izquierda a derecha Confucio, Platón, Averroes y un Sadhu hindú. Todas las culturas y pueblos de la historia han abordado las mismas preguntas.

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