La palabra concordia es heredada sin modificaciones del latín y hace referencia al “acuerdo” o “convenio”, al entendimiento y unión entre partes. Al profundizar en el término, encontramos que está compuesto por el prefijo con-, que hace mención al conjunto y a lo compartido, acompañado de -cordis, que significa de corazón.
En un nivel más profundo, la concordia era una virtud fundamental en el imperio romano, que hacía referencia a la armonía entre los miembros del imperio por encontrarse “corazón con corazón”.
Es interesante destacar que Concordia era una diosa en Roma, equivalente a la diosa Harmonía en Grecia. Pero, mientras esta última deidad, representaba simbólicamente un estado individual que se alcanza al estar equilibrado tanto interior como exteriormente, la noción pasó a Roma como la armonía en un plano colectivo.
¿Será que para encontrarse corazón con corazón es necesario compartir ideales, responder en conjunto a los valores humanos y al desarrollo de virtudes que convierten a las personas de una sociedad en seres humanos?
Equipo de RevistAcrópolis
En la imagen puede verse el templo romano dedicado a Concordia en Agrigento, Italia
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