En la religión védica Mitra es uno de los siete hijos de la diosa Aditi, entendida como la Gran Madre. Se le menciona en el Rig Veda junto a Varuna, su complemento.
“Para lograr una consciencia luminosa en la mente, la ayuda de Mitra, el Dios de la Armonía y la Alegría, y Varuna, el Señor de la Pureza y lo Vasto, son indispensables” (Rig Veda).

En Persia, es dios solar emparentado con el fuego, dios de la verdad y de la fidelidad, al que se invoca en los juramentos, y que garantiza los contratos y castiga a los perjuros.
“Siempre despierto, siempre vigilante…”, “vigila sin caer en el sueño, protege la creación de Aura Mazda…” (Zend Avesta)
En el Imperio Romano, el dios Mitra ingresa con formas tardías, muy posiblemente de origen tracio y frigio, entre las legiones de Dacia. Aunque existen menciones desde el siglo I a.C., es difícil saber con exactitud cuando ingresó a Roma, ya que la adaptación romana es muy peculiar y sigue siendo algo en debate en la actualidad por los historiadores modernos. Sabemos que el emperador Adriano fue gran promotor de este culto entre las legiones y que también el emperador Juliano fue iniciado en sus misterios en su juventud.
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Los misterios de Mitra eran una religión filosófica al estilo de los misterios clásicos, pero en este caso, misterios guerreros. Estaba basada en la transmisión oral y ritual de iniciado a iniciado, y no en un cuerpo de escrituras sagradas. Los seguidores de Mitra se llaman hermanos entre sí y denominaban “padre” a su maestro espiritual, las clases sociales no contaban dentro de la jerarquía mitraica, solo el avance individual de conciencia. Los adeptos estaban obligados a mantener en secreto los rituales del culto. Por todo ello, la documentación escrita concerniente al mitraísmo es prácticamente inexistente.

El mitraismo no será tanto una religión en el sentido a que estamos acostumbrados sino, más bien una iniciación cercana a lo que fueron las fraternidades guerreras que enseñaban a los soldados a vivir los valores propios como el honor, el valor, la fraternidad, la fidelidad y la capacidad de sacrificio por la patria y la familia entre otros.
Sus principales adeptos fueron miembros del ejército romano, llegando a pertenecer a este culto una gran mayoría de soldados durante el alto imperio; aunque esta mayoría solo alcanzaban los primeros grados de la iniciación mitraica que poseía un total de 7 grados.
Para el legionario romano adepto al mitraísmo, Mitra, como deidad, es el protector del orden y la justicia, simboliza la pureza moral que solo se conquista en base al esfuerzo interior. Es el Sol Invicto, es el protector de los justos y de los que sacrifican sus vidas por el cumplimiento del deber y el honor.
Mitra como héroe, es modelo arquetípico, símbolo del iniciado que se transformó en Dios gracias a su Voluntad.
La valentía, el honor, la honradez, la templanza, la seguridad en la inmortalidad del alma fueron los preceptos enseñados por los “Paters” iniciados en los misterios de Mitra. En el culto de Mitra no se pedía por una solución desde el exterior, sino que se luchaba, se combatía, se conquistaba.
El Mitreo era simbólicamente la cueva donde Mitra sacrificó al toro y lugar de reunión y de culto. Eran construidos debajo del nivel de la tierra; no poseían ventanas, solo una abertura en el techo que iluminaba al Dios. Allí se realizaban las ceremonias, el culto y los banquetes sagrados. Los candidatos pasaban duras pruebas de iniciación, físicas y psicológicas, para acceder a un nuevo grado. Lamentablemente, a excepción de algunos comentarios críticos de cristianos, desconocemos casi por completo como se realizaban los ritos. El neoplatónico Porfirio en su texto titulado “La gruta de las ninfas” menciona el significado que tenía la cueva para los iniciados en los misterios persas: “Zoroastro fue el primero que consagró, en honor de Mitra, autor y padre de todas las cosas, una cueva natural florida y con manantiales, porque ésta representaba para él la imagen del universo…se consolidó la costumbre entre los demás de celebrar los misterios en las grutas y cuevas, ya fueran naturales ya artificiales.”

Un mitreo tenía:
- La Antecámara.
- El Spelaeum o spelunca (la cueva), alargada sala rectangular decorada con pinturas y dos largas banquetas a lo largo cada una de las paredes para los banquetes sagrados.
- El santuario, en el extremo de la cueva estaba orientado hacia Oriente, en el que estaban el altar y la imagen -en pintura, bajorrelieve o estatua exenta- de Mitra dando muerte al toro, conocida como Mitra Tauróctonos.
Existían 7 grados en la jerarquía de la iniciación mitraica:
1) El “cuervo” era una etapa de prueba y purificación de la parte inferior del alma humana. Sus símbolos son el caduceo (templanza), el cuervo (muerte) y la taza (sangre del toro).
2) El “Cryphius”, el Oculto, era el enamorado de sabiduría; la lámpara y la Luna creciente eran sus símbolos ya que, con la luz tenue del alma despierta, se iniciaba en los primeros pasos en el sendero
3) Miles (soldado). Tertuliano dice que cuando se iba a pasar al grado de soldado, al neófito le ofrecían una espada y una corona, y este tomaba la espada diciendo: “Mi corona es Mitra” (su poder es Mitra o Sabiduría)
4) El “león” tenía total participación en los misterios, como símbolo eminentemente solar y agresivo, similar a Hércules, que se viste la piel del león de Nemea. Sus símbolos son el Rayo, el Sistro y la Pala del fuego, símbolo del triple aspecto del logos solar.
5) El “persa” sus símbolos son el arado, la Luna creciente con la estrella y la daga de podar. La miel (la que no se corrompe) es también su símbolo, es quien labra la tierra con virtudes y cosecha frutos, planta semillas y recoge discípulos.
6) El “heliodromus” (corredor del sol), sus símbolos son la antorcha, el látigo y la corona solar, su vida sigue los pasos del sol. Lleva la luz del conocimiento a cada lugar en que está y da luz a cada hombre.
7) El “pater” es el padre espiritual que dirigía los misterios, sus símbolos son el báculo, el gorro frigio, la hoz y el anillo. Es la máxima autoridad y guía responsable de la comunidad.



En una clave psicológica podemos leer algunos significados de la representación más conocida de Mitra taurófono (matador del toro):
Mitra levanta la cabeza del Toro obligando a que mire hacia al cielo, simbolizando la necesidad del sacrificio de la personalidad perecedera en busca de la espiritualidad inmortal.
La sangre derramada del sacrificio (transmutación) de la personalidad egoísta animal, alimenta al perro símbolo de la “Fidelidad” al honor y a la serpiente símbolo de la “Prudencia” que brinda el discernimiento y la sabiduría. La sangre es que brota es el Grial que da la Inmortalidad.
Un escorpión ataca los testículos del Toro, simbolizando la destrucción del instinto sexual animal y la transmutación de la energía que ya no engendrará en lo físico, pero si engendrará en lo espiritual.
Las legiones romanas durante el alto imperio se transformaron en el mejor ejército del mundo conocido, combatiendo desde las frías zonas de Britania hasta las áridas tierras de Arabia. En la superficie visible vemos que esto se debió fundamentalmente a su gran organización y disciplina, pero en lo profundo oculto, quizás debamos seguir investigando para descubrir el misterio del alma que animaba a estos guerreros a ser tan valientes y abnegados, como lo fueron muchos siglos después los legendarios Samuráis a través de la formación del carácter del bushido.
Miles de años han pasado y los misterios de Mitra han sido olvidados, pero su espíritu de victoria de la luz sobre las tinieblas permanece intacto; quizás cada mañana al levantarnos y enfrentar los retos, desafíos, adversidades y pequeñas batallas que el mundo moderno nos presenta, podríamos recordar la oración que los antiguos legionarios romanos repetían antes de entrar en combate con espíritu de victoria:
“Mitra señor de la luz, que combates las tinieblas interiores y exteriores, dame fuerza para vivir y morir con honor”.
Mauricio Puente