El Neoplatonismo es una corriente filosófica que surgió en el siglo III en Alejandría y contribuyó a mantener viva la herencia platónica durante la Edad Media, siendo revitalizadas sus enseñanzas durante el Renacimiento posterior a la Edad Media europea. Las escuelas neoplatónicas se extendieron por todo el mediterráneo y su actividad cesó con la conquista musulmana de Egipto en el año 640.

Alejandría se había convertido en un importante crisol cultural, recibiendo gente, cultura y conocimientos desde todas partes del mundo conocido, incluyendo el extremo oriente (India y China). Esta corriente filosófica, ecléctica por sobre todas las cosas, buscó fusionar las enseñanzas de la Academia platónica, del Liceo de Aristóteles, de la tradición pitagórica, así como filosofías orientales y cristianas que estaban naciendo.

Para conocer la historia del neoplatonismo, debemos remontarnos a Alejandría del siglo II donde vivió Amonio Saccas, un misterioso cargador de sacos del puerto. Este personaje interpretó a Platón y Aristóteles desde una perspectiva mística y religiosa, creando un grupo de estudiantes selectos autodenominados, los filaleteos, que en griego significa “Los amantes de la Verdad”. Aunque Amonio no dejó obras escritas, su pensamiento se conoce, principalmente, a través de su discípulo Plotino. Este último, luego de once años con su maestro, se estableció en Roma alrededor del año 244, fundando una escuela donde transmitió oralmente sus conocimientos. Su discípulo Porfirio, reorganizó y transcribió las enseñanzas de Plotino en seis tratados conocidos como las Enéadas.

La escuela neoplatónica de Plotino, activa en los siglos II y III en Roma, fue concurrida y prestigiosa. Plotino, centrado en lo filosófico-místico, daba poca importancia al mundo tangible y se enfocaba en lo superior, en lograr que su alma volviera a su espiritual lugar de origen:

“Me esfuerzo por hacer subir lo que hay de divino en mí, a lo que hay de divino en el Universo.”

El neoplatonismo tuvo representantes notables, como Jámblico de la escuela siríaca, la cual se desarrolló en la región de Siria durante los siglos IV y V d.C. Jámblico, discípulo directo de Porfirio, fue filósofo y teúrgo. Tras Jámblico, surgieron diversas escuelas, siendo las principales, fundadas en Pérgamo, Atenas y en el Occidente Latino. La historia de las escuelas podría resumirse de la siguiente manera:

• Escuela Neoplatónica de Roma (Siglos II y III): La escuela de Plotino en Roma estuvo activa durante los siglos II y III. Fue una institución prestigiosa y atrajo a estudiantes de todo el Imperio Romano. Su enfoque estaba en la búsqueda de la unidad y elevación espiritual.
• Escuela Neoplatónica de Siria (Siglos IV y V): Jámblico, discípulo de Porfirio, lideró la escuela neoplatónica en Siria en los siglos IV y V. Jámblico introdujo elementos místicos y teúrgicos, dando mayor importancia a las prácticas religiosas y rituales.
• Escuela Neoplatónica de Pérgamo (Siglo IV): Edesio de Capadocia, discípulo de Jámblico, fundó la escuela neoplatónica en Pérgamo alrededor del año 330 d.C. Esta escuela se destacó por enfocarse en aspectos político-religiosos y teúrgicos.
• Escuela Neoplatónica de Atenas (Siglos V y VI): Durante el período del platonismo medio, entre los siglos V y VI, Atenas fue un centro importante para el neoplatonismo. Filósofos como Simplicio, Damascio y Proclo continuaron la tradición neoplatónica, integrando ideas platónicas y aristotélicas.
• Escuela Neoplatónica Latina (Siglos IV al VI): En el occidente latino, filósofos como Calcidio, Macrobio y Boecio contribuyeron a la difusión de las ideas neoplatónicas durante los siglos IV al VI. Boecio fue especialmente importante en la transmisión de la filosofía griega a la Edad Media latina.
• Escuela neoplatónica de Alejandría (III al VI): fue caracterizada por la tendencia a la erudición y al sincretismo entre ideas filosóficas (tomadas del neoplatonismo y la filosofía de Aristóteles) y religiosas (procedentes del gnosticismo y el cristianismo). Los nombres más conocidos de esta escuela son Hipatia, Sinesio de Cirene y Olimpiodoro el Joven.

Estas escuelas mantenían intercambios y contribuyeron a la difusión y desarrollo del neoplatonismo en distintas regiones y épocas. En el año 529 d.C., el emperador Justiniano cerró la Academia de Atenas, marcando el fin de la era clásica de la filosofía neoplatónica, siendo la Escuela de la Alejandría la última en mantenerse en pie hasta el 640 con la conquista musulmana de Egipto. En esta época, en que finaliza la Antigüedad y comienza la Edad Media europea, los conocimientos del mundo clásico son olvidados, así como el contacto con lo sagrado. 

Los neoplatónicos sembraron semillas de sabiduría atemporal que lograron atravesar el frío de la Edad Media y resurgir nuevamente por completo, en la primavera del Renacimiento, mil años después.

Noelia Páez

Referencias

• El neoplatonismo, síntesis del espiritualismo antiguo. José Alsina Clota. Barcelona, 1989.
• Enciclopedia virtual Herder.
• Heródoto & cia., Portal de historia universal.