
Según artistas del Renacimiento y basándose en los axiomas dados por Euclides (Siglo III a.C.), todas las líneas aparentemente paralelas se unirían en el infinito. El punto de fuga o de convergencia es ese lugar donde se unifican los caminos. En inglés, el “vanishing point” es el centro donde todas las diferencias se desvanecen.
Paradójicamente, este particular punto parece existir y a la vez ser ilusorio: si uno intenta acercarse físicamente, este se aleja junto con el horizonte, pero al mismo tiempo permanece a la vista de todos.
Quizás este espacio singular donde las diferencias se amalgaman esté allí para que seamos conscientes de que la unión en lo profundo es posible y es real, pero para alcanzarla uno debe trascender su personalidad, ya que los sentidos físicos no nos son suficientes.
Reflexionando filosóficamente, aunque para las percepciones ilusorias parezca imposible de alcanzar, la unión, el centro donde desaparecen las diferencias, siempre estará a la vista y al alcance de todos.