En esta tercera entrega, continuaremos analizando las láminas del Zodíaco de Johfra Bosschart (1919-1998). Esta vez, el signo de Cáncer.
Recordemos que en las obras de este artista podemos encontrar ideas del neoplatonismo, pasajes bíblicos, cábala judía, astrología hermética, gnosticismo, magia y mitología.
La mayoría de los libros de astrología definen a los nacidos bajo el signo de cáncer como personas amantes del hogar y los tesoros terrestres. Estas características se traducen en un carácter conservador, reacio a los cambios bruscos y ahorrativo. Se trata de personas que no suelen exponerse ni declarar sus intenciones rápidamente; se guardan a sí mismos, esconden su gran sensibilidad.

Es por eso que Johfra utiliza el cangrejo ermitaño para representar a este signo. Este tipo de cangrejo tiene su abdomen más blando que otros y, para protegerse, utiliza como refugio conchas de moluscos vacías. Ha encontrado su casa, algo muy valioso y preciado, por eso Johfra lo ubica sobre el cofre de un tesoro.
Las personas de este signo suelen reunir tesoros y por ello en la parte inferior de la pintura se ven unas manos que se extienden para alcanzar alhajas y piedras preciosas. El castillo de arena que vemos en la costa, también simboliza esta tendencia de reunir cosas de valor, tanto materiales como espirituales. Por eso, en la parte superior también vemos manos, pero estas ya no toman las riquezas para sí, sino que las ofrecen. Es la etapa final de un camino de transmutación.

Los signos del zodíaco se originan en el transcurso de los siglos y algunos fueron, en el pasado, representados con otros símbolos. El cangrejo es originariamente babilónico; pero anteriormente, en Egipto, este signo zodiacal se representó con la tortuga, curiosamente otro animal que se refugia en una coraza y que Johfra dibuja en la costa. Más adelante, también en Egipto, este signo se representó con kepher, el escarabajo pelotero o estercolero, consagrado al sol. Johfra une el símbolo antiguo de kepher y el símbolo actual del cangrejo, en la idea de la perla. Aquí el escarabajo hace rodar delante de sí una perla, símbolo unido primero a la luna y luego al sol. La perla es el símbolo de la sabiduría que procede del sufrimiento, ya que nace de un grano de arena que molesta a la ostra, la lastima, y por ello lo va recubriendo de nácar hasta convertirlo en un tesoro.
En la esquina superior derecha, encontramos una serpiente con cabeza de águila. Los quechuas llamaban a este signo zodiacal «la serpiente que se mueve hacia atrás», otra casualidad curiosa, ya que el cangrejo también camina hacia atrás. Simbólicamente, se relaciona con el aferrarse al pasado, el retroceder.

El Cangrejo o Cáncer es un signo de agua y la Luna es su regente. La vida en el mar se encuentra en gran medida bajo la influencia de la luna. El agua y la luna, nos sumergen en el Misterio. Del océano primario procede toda vida. El agua en una de sus claves, simboliza el alma. Es por eso que muchas religiones tienen una ceremonia bautismal, porque el contacto con el agua purifica, produce una transmutación de materia en espíritu. Los nacidos bajo el signo de Cáncer tienen una disposición natural hacia lo oculto, lo esotérico. La luna está presente en toda la lámina: en la perla, en las aguas, en la luna misma, en el acanto, planta lunar que aparece abajo en la derecha y en Diana, diosa griega de la luna, en el sello del espíritu planetario de la luna que aparece en la esquina superior derecha. Y, lo que es aún más importante, en el mismo cangrejo extendiendo sus tenazas hacia la luna, anhelando superarse, transmutarse.
En la esquina superior izquierda, aparecen símbolos de herramientas espirituales que pueden ayudar a los nacidos en este signo a superar su nivel de cangrejo ermitaño y elevarse hacia la luna. Con la llave de oro, Cáncer puede abrir la puerta de su subconsciente, donde encontrará imágenes arquetípicas y símbolos. También encontramos las cuatro «joyas» de las cartas del tarot: bastos, copas, espadas y pentagramas, que son las armas mágicas de El mago, la primera carta del tarot, quien las necesita en su camino hacia el desarrollo espiritual, simbolizado por las siguientes cartas. Por último, encontramos el signo de Ankh, antiguo símbolo egipcio de la vida eterna y un triángulo con la punta hacia abajo, simbolizando lo sublunar o terrestre.
Todo esto es muy prometedor para el Cáncer que vive en el límite de dos mundos: el océano y la tierra, las regiones del sentimiento y de la razón, respectivamente y que se atreva a lanzarse hacia lo espiritual.
Eva Garda
FUENTE: El simbolismo del Zoodíaco de Johfra, Hein Steehouwer, 1975
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