Introducción
Poco se sabe acerca de las características de esta importantísima deidad cuyo nombre, del maya yucateco, significa “serpiente y pluma”.
Es posible encontrar menciones al dios en los Códices (como el Código Dresde, por ejemplo), en estelas y en crónicas europeas. Kukulkán fue citado en la Relación de las Cosas de Yucatán escrita por el fray Diego de Landa en el siglo XVI. En estos documentos nuestra deidad aparece en múltiples esferas de acción: como hombre deificado, dios creador, héroe cultural, y gobernante civilizador fundador de ciudades.

En cuanto a su procedencia, los actuales investigadores creen que proviene de la cultura tolteca o de la olmeca, ya que su origen parece ser anterior a los mayas de la península de Yucatán y a los Itzáes, los cuales son los mayas fundadores de Chichén Itzá. El escrito llamado Relación de Motul relata que los mayas tenían al principio sólo un dios creador, cuya morada era el cielo, “y esta manera de adoración tuvieron hasta que vino de fuera de esta tierra un gran señor con gente llamado Kukul-cán …”
El símbolo de la serpiente emplumada es fundamental en las culturas de todo el continente americano. Los chontales en Tabasco lo conocían momo Mukú Leh Chan que significa “Culebra con plumas” y los quichés en Guatemala lo conocían como Gucumatz, traducido también como “Serpiente Emplumada”. Algunos investigadores consideran que Kukulkán es el mismo Quetzalcóatl[1]de los aztecas. Esta idea de la serpiente alada era el símbolo de aquel que había logrado superar a la materia (simbolizada por la serpiente), surgiendo alas de su interior (que representaban el espíritu). Una representación semejante ´puede verse aún en la actualidad en la bandera mexicana.

Kukulkán, el Dios Creador
Dentro de la mitología maya existieron distintas entidades, entre las primeras conocidas están Tepeu, el dios del cielo; Huracán, dios de los vientos tormentosos y el fuego; y Gucumatz, dios de las tempestades. Según el Popol Vuh, Tepeu y Gucumatz fueron quienes dirigieron el proceso de creación cósmica, mientras Huracán lo ejecutaba:
«Se decía que solo el cielo y el mar existían. Los dioses, llamados Tepeu y Gucumatz, eran los únicos en el mundo. Vestían plumas verdes y por eso se les conocían como Serpientes emplumadas.
Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules, por eso se les llama Gucumatz, De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza. De esta manera existía el cielo y también el Corazón del Cielo, que éste es el nombre de Dios. Así contaban.
Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento.
Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre. Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la creación del hombre. Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán.«

En este sentido creador, el dios Kukulkán aparece en la estela 19 de Ceibal donde se ve con aire saliendo de su boca, una corriente deífica llamada Ehécatl. Era considerado como el portador del aliento de la vida. También se cuenta que cuando agitaba su cola, producía viento.
Kukulcán además tiene los atributos de un Dios-Trueno; en el clima tropical de Yucatán y Guatemala, el Sol al mediodía parece dibujar las nubes de su alrededor con formas serpenteantes; de estas emanan el trueno, la luz y la lluvia. Se dice que siempre va adelante del dios Chaac, el dios de la lluvia, ya que su viento limpia la tierra para que las aguas corran limpias y la vida prospere. Además, contaba con la ayuda de un poderoso ejército polinizador: las abejas.
Según el Popol Vuh, Gucumatz también participó en la creación del ser humano.
«He aquí, pues, el principio de cuando se dispuso hacer al hombre, y cuando se buscó lo que debía entrar en la carne del hombre.
Y dijeron los Progenitores, los Creadores y Formadores, que se llaman Tepeu y Gucumatz: “Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados; que aparezca el hombre, la humanidad, sobre la superficie de la tierra.” Así dijeron.«
Gobernante, héroe, guerrero y civilizador
Kukulkán tiene la nariz larga y truncada, como la de un tapir[2]. Camina sobre el agua, maneja antorchas ardientes y se sienta en el árbol cruciforme de los cuatro vientos que con tanta frecuencia aparece en los mitos americanos. Evidencia así a un dios del cultivo y héroe, puesto que se le ve plantando maíz, llevando herramientas y continuando un viaje, hecho que establece su conexión solar.
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Artículos relacionados:
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Para la cultura mixteca, la serpiente emplumada era un espíritu mahahual de Coo Dcahui, quien era un dios y pronto se volvió un humano para apoyar a la civilización. Gucumatz es el dios que enseñó a los hombres el fuego y dio vida en el agua, por esto también se lo vincula estrechamente al planeta Venus.
Los olmecas, en Tabasco, tenían un culto a una serpiente emplumada. Igual que en Guerrero, pues se halló una pintura rupestre de una serpiente de cuerpo rojo y cresta verde en las grutas de Juxtlahuaca.

Según investigadores como Charles Lincoln, Kukulcán era un título de los soberanos que gobernaron Chichén Itzá y cuyo icono distintivo es una serpiente emplumada. Por lo tanto, durante los ciclos de gobierno, Kukulcán aparece como la figura central que restablece el orden y esta función lo asocia con el aspecto de sacerdote soberano.
D. de Landa menciona que Kukulkán fue un gran señor que gobernó Chichén Itzá y que “entró por la parte poniente y que difieren si entró antes o después de los Yzáes, o con ellos”. Landa también menciona que después de la partida de Kukulcán “hubo entre los indios algunos que dijeron que se había ido al cielo con los dioses y por eso lo tuvieron por dios y le señalaron templo en que como a tal le celebrasen su fiesta, y se la celebró toda la tierra hasta la destrucción de Mayapán”.
Según López Cogolludo, otro cronista español: “Murió este rey y levantáronle altares, y era oráculo, que les daba respuestas, y allí le edificaron templo. Decían que levantaba los muertos, que los resucitaba y sanaba los enfermos, y así le tenían gran veneración. Estos indios tenían este crédito, y así no conocían otro Dios autor de la vida, sino a este ídolo; que decían los resucitaba y sanaba”.
Chichén Itzá, el lugar donde Kukulkán aún está presente
El culto al dios Kukulkán se consolidó en Chichén Itzá, pudiendo verse representado en la arquitectura de la zona. Su influencia fue tan grande que el edificio principal del sitio, conocido como el templo de Kukulkán o el castillo, fue dedicado completamente al dios.
El Castillo de Chichén Itzá, testimonio del conocimiento astrológico-astronómico maya, es un calendario solar alineado con el eje de la tierra. Durante los equinoccios ocurre el fenómeno conocido como “el descenso de Kukulkán”: la sombra que origina la caída del sol proyecta la imagen de una serpiente deslizándose desde lo alto de la escalera de la pirámide; su descenso del cielo a la tierra fertilizará la tierra para la próxima temporada de cosecha.

Semejante al Rey Arturo, quien se espera que vuelva luego de su muerte para devolver la paz y armonía a los seres humanos, Kukulkán cada año regresa dos veces trayendo la fertilidad y la cosecha del trabajo realizado.
Franco P. Soffietti
Referencias
1 – Lincoln, Charles E. Ethnicity and Social Organization at Chichén Itzá. Tesis de Doctorado. Cambridge: Harvard University, 1990.
2 – López Cogolludo, Diego. Los tres siglos de la dominación española en Yucatán, o sea Historia de esta provincia, 2 vols., Akademische Druck u. Verlagsanstalt, Graz, Austria, 1971.
3 – Landa, Fray Diego de. Relación de las Cosas de Yucatán. México: Editorial Porrúa, 1959.
4 – Navarro, A. G. (2008). EL CULTO DE KUKULCÁN EM CHICHÉN ITZÁ: MANIFESTACIONES GUERRERAS. Interações, 3(4), 115-131.
5 – https://excursionesrivieramaya.es/kukulkan-la-serpiente-emplumada/
[1] Algunas características específicas de Quetzalcóatl pueden encontrarse en: https://revistaacropolis.org/2022/02/26/el-mito-de-quetzalcoatl/
[2] Animal asociado al crecimiento de los bosques y selvas y mencionado como una importante deidad creadora en el Popol Vuh.
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Excelente artículo para conocer los dioses de America.
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